Regresa el agua a las fuentes de Haro

Haro disfruta de sus jardines en todo su esplendor. Atrás quedaron las secuelas de casi tres meses sin servicio de mantenimiento y su gran tesoro verde vuelve a ser uno de los principales objetivos para pasar los ratos de ocio de la población jarrera y los turistas y veraneantes durante el período estival.

El enclave de la Fuente del Moro, el parque de El Mazo, El Viano, el Félix Rodríguez de la Fuente o los céntricos Jardines de La Vega y Manuel Anzuela se llenan de visitantes estos días.

Por ello, el Ayuntamiento jarrero se esfuerza en mantenerlos en óptimo estado con el frecuente corte del césped y, últimamente, también el regado en las zonas más afectadas por el calor a primeras horas de la mañana.

«Quiero agradecer el esfuerzo a los trabajadores del servicio que hemos contratado, han tenido que hacer una gran labor porque, cuando llegamos, no existía –recordó la alcaldesa, Guadalupe Fernández–. Así que se está trabajando con mucha celeridad para poner nuestros parques y jardines como se merecen. Se está regando, pero con conocimiento».

En este sentido, explicó que faltaba gran parte de los controladores del riego automático, que se han tenido que reponer «para optimizar el gasto de agua», apuntó. Fernández aludió también a la reciente limpieza y puesta en funcionamiento de las fuentes de los Jardines de la Vega y el parque Manuel Anzuela. «Las fuentes estaban sucias y sin agua y nosotros pensamos que tenían que estar en funcionamiento y devolver esa imagen que tiene que tener la Vega y su entorno».

Fernández añadió que también se ha realizado una plantación de temporada. «Son flores que tenían que haberse plantado en primavera, pero nunca es tarde para devolver esa imagen que Haro necesitaba recuperar». Asimismo explicó que continúan los trabajos de adecuación de los jardines.

Destaca el esfuerzo de la ciudad por poner en valor sus jardines como una constante. Ya a principios de primavera se repartieron por los parque de El Mazo e Iturrimurri nuevas mesas con bancadas, que se sumaron a las ya existentes, multiplicando la posibilidad de disfrute.

«Nuestra intención es que ese uso que les damos a nuestros parques siga aumentando, por eso nos estamos esforzando –recalcó la alcaldesa–. Somos conscientes de que después de dos meses algunas zonas amarillean, pero poco a poco recuperarán un esplendor que nunca debieron haber perdido».