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Gaza se ha convertido en un matadero al aire libre lleno de historias que estremecen, que resultan insoportables. Como la de una familia palestina, padre, ... madre y diez niños, que ha quedado destruida casi por completo en lo que dura la explosión de un bomba. Sólo la madre y el pequeño Adam (11 años) siguen vivos. Su padre, el médico Hamdi Yahya Najjar, falleció ayer como consecuencia de las heridas causadas por el ataque israelí perpetrado el 24 de mayo en la región de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza, en el que murieron nueve de sus diez vástagos, todos menores de edad. La esposa, que es pediatra, se libró porque en ese momento estaba trabajando en el hospital. Ahora sólo le queda un hijo vivo, Adam, que sigue en estado grave.
Nueve de los diez hijos de la familia fallecieron en aquel bombardeo: Yahya, de 12 años; Rakan, de 10; Eve, 9; Jobran, 8; Raslan, 5; Rival, 4; Sadin, 3; Loqman, 2, y Sidra, de seis meses. Najjar y uno de los pequeños, Adam, resultaron heridos de gravedad. La madre, Alaa Al Najjar, recibió la noticia mientras trataba a otros pacientes en el hospital. Tan sólo han podido recuperar siete de los nueve cuerpos debido a que se encontraban completamente calcinados. En Gaza ni siquiera es fácil enterrar a la víctimas.
Ni tratar a los heridos. El Centro Legal Gisha para la Libertad de Movimiento, una ONG israeí, pidió hace unos días que Adam y su padre recibieran atención médica urgente en el extranjero. Según esta organización, el niño sufrió daños neurológicos y múltiples heridas en todo el cuerpo, lo que requirió cirugías que incluyeron injertos de nervio radial y la restauración del tejido nervioso dañado.
Desde el inicio de la ofensiva bélica contra la Franja, Israel no permite a ningún gazatí ser tratado en hospitales de la Cisjordania ocupada o en Israel, lo que les obliga a solicitar permisos para salir al extranjero -un trámite muy complicado- y retrasa las evacuaciones de emergencia. El sábado, el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, aseguró que Adam será trasladado a Italia «lo antes posible».
«Toda esa burocracia es otra forma de violencia que acompaña a los ataques», dice a la agencia Efe Shai Grunberg, de la ONG Ghisa. La mayoría de hospitales en Gaza han sido atacados en estos 19 meses de ofensiva; muchos están fuera de servicio y todos sufren escasez de productos básicos y medicamentos.
«La familia Al Najjar podría y debería haber sido evacuada de inmediato a través de los cruces fronterizos -bajo control israelí- y trasladada en una hora de ambulancia a un hospital en Cisjordania o Israel», denuncia Grunberg. «Como demuestra claramente este caso, en la práctica, esta no es una solución real; no puede satisfacer las necesidades médicas urgentes que el propio Israel está creando en Gaza», agrega.
Tras el bombardeo, el Gobierno gazatí denunció «la horrible masacre perpetrada por las fuerzas de ocupación contra una pacífica familia palestina». El Ministerio de Sanidad, controlado por Hamás, informa de que los ataques de Israel han matado ya a más de 54.380 palestinos y herido a más de 124.000 desde el 7 de octubre de 2023.
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