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Sergio Llamas
Miércoles, 28 de mayo 2025, 11:42
Si se mantienen las previsiones de crecimiento de empleo Euskadi se enfrentará a un déficit de hasta 171.000 trabajadores en los próximos diez años. ... Así lo advierte el informe de transición demográfica elaborado por Laboral Kutxa, que dibuja varios escenarios para el año 2036 –fecha elegida ya que los datos oficiales abordan periodos de 12 años– y que alerta de que, ni si quiera retrasando la edad de jubilación hasta los 69 años, ni alcanzando la tasa de empleo del 78% marcada como objetivo por la Unión Europea, se podría garantizar una suficiente mano de obra en el territorio.
El informe, presentado este miércoles por el director del departamento de Estudios, Joseba Madariaga, y el director de Desarrollo de Negocio de la cooperativa de crédito, Ibon Urgoiti, contempla el progresivo envejecimiento de las personas trabajadoras –sólo crece el segmento a partir de los 65 años mientras se estanca el de 20 a 64 y se reduce el de menores de 19 –, un aumento de la contribución de los extranjeros al mercado laboral, y un empleo femenino que ya se acerca a representar la mitad del total.
Sin embargo, las proyecciones realizadas únicamente cubrirían la oferta de empleo en el caso de que esta caiga un 0,5%, volviendo a una situación negativa como la que dejó la crisis económica iniciada en 2008. En un escenario intermedio, que fije un crecimiento del empleo del 0,1% interanual; u optimista, que sume un 0,6%, el déficit de mano de obra oscilaría entre los 65.000 y los 171.000 trabajadores contabilizando una población activa de hasta los 64 años, y de entre 8.000 y los 159.000 si ésta se alarga hasta los 69.
No solo eso. El estudio advierte que, incluso en el peor escenario para la creación de empleo, todavía podría haber un déficit de talento si la tasa de empleo cayera del 74% actual.
El director de Desarrollo de Negocio de Laboral Kutxa ha planteado varias medidas para combatir esta tendencia entre las que «la prolongación de la vida laboral aparece como la primera palanca de ajuste». Incrementarla hasta los 69 años podría sumar hasta 70.000 personas más al mercado laboral. En un contexto en el que la esperanza de vida en Euskadi ronda los 84 años, Urgoiti ha detallado que la comunidad autónoma vasca podría «liderar la nueva ola europea de prosperidad si articula un pacto social que transforme la longevidad en ventaja competitiva». «El tejido cooperativo, la cultural industrial y la solvencia tecnológica son bazas poderosas», ha añadido.
La segunda estrategia pasa por garantizar «un flujo positivo del saldo migratorio», un asunto que la semana pasada motivó el debate político en torno a la cualificación de las personas llegadas al territorio, pero en el que tal y como destacaron ayer una diferencia de cinco mil entradas anuales puede modificar notablemente los resultados.
El estudio completo, que estará disponible en dos semanas y al que más adelante seguirán otros dos sobre la transición digital y la medioambiental desde el punto de vista de la sostenibilidad, no incluye los posibles efectos que podría tener la productividad por hora trabajada. No obstante, este miércoles Madariaga sí ha remarcado que si ésta creciera más de lo registrado durante la última década, podría absorber parte de la demanda adicional de empleo.
El director del departamento de Estudios ha defendido que más allá de las cifras, que «no deben interpretarse como un pronóstico definitivo sino como una herramienta flexible y actualizable», una Euskadi que quiera mantener su base industrial, avanzar en servicios de alto valor y responder a los retos de una economía envejecida deberá actuar en tres direcciones: «fomentar la continuidad laboral de los trabajadores sénior, atraer y retener la migración y acelerar los programas de recualificación profesional», ha enumerado.
De hecho Madariaga ha advertido que los desequilibrios entre la oferta y la demanda ya se están apreciando en algunos sectores como ocurre en el ámbito de la salud, la construcción o el tecnológico, y ha remarcado que previsiblemente los trabajadores disponibles no siempre van a tener las competencias necesarias. «Vamos hacia el ámbito de la escasez», ha manifestado.
El trabajo presentado ahora parte de un análisis del mercado laboral de los últimos años. El departamento de estudios de Laboral Kutxa ha recogido varias tendencias apreciables en un «decálogo del cambio» que incluye aspectos como el aumento del tamaño medio de las empresas, el descenso de las horas trabajadas por empleado debido a la parcialidad y a la conciliación familiar, la importante contribución del empleo público y un perfil de pérdida de impulso de la productividad.
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