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Las vacaciones de verano y los recortes habituales que conllevan tendrán también su reflejo en los hospitales de Vitoria. Según la información a la que ... ha tenido acceso EL CORREO, el Departamento vasco de Salud se plantea cerrar un total de 162 camas en la temporada estival. Son 28 más que el año pasado. La medida comenzará a aplicarse en Txagorritxu y Santiago la primera quincena de julio y se prolongará hasta los primeros días de septiembre.
Tal y como viene ocurriendo desde hace varios años, buena parte de esta reorganización estival guarda relación con el cierre de los quirófanos que operan de tarde (los que se emplean para agilizar las listas de espera). También echan la persiana las consultas externas o de especialistas vespertinos. Las direcciones sanitarias sostienen que la actividad asistencial se reduce notablemente en la capital alavesa debido al éxodo vacacional de los pacientes, algo que no comparten los sindicatos de trabajadores. A esta menor demanda se suma la dificultad, por no decir imposibilidad, de encontrar sustitutos para determinadas especialidades.
En cuanto a los centros hospitalarios afectados, en el HUA Txagorritxu está previsto el cierre de 64 camas en Pediatría, Cirugía Maxilofacial, Cirugía General y Traumatología. En el caso del HUA Santiago, el cierre previsto es de 98 camas, de las que 22 son de hospitales de día; es decir, sin ingreso. El resto pertenecen a Nefrología, Cirugía Vascular, Poliquirúrgica y Medicina Interna. Es en este hospital donde mayor incremento de cierres se producirá respecto al año pasado.
Osakidetza ya ha empezado a notificar a sus plantillas estas previsiones, un boceto que más adelante podría verse ligeramente modificado. Otros veranos ha ocurrido que finalmente las camas cerradas han sido superiores a las anunciadas en un principio. Todavía está por saber además los recortes de horarios e incluso cierres puntuales de determinados ambulatorios o consultorios que se producirán durante la temporada estival.
Las centrales sindicales son críticas con estos ajustes y con las justificaciones. «La enfermedad no se coge vacaciones», resumen desde ESK. «Son recortes que se establecen unilateralmente sin contar con los trabajadores. Se pone las vacaciones del personal como excusa e intentan culpabilizar a la plantilla de ello. Sin embargo, es una cuestión de planificación. Los servicios sanitarios no pueden estar vinculados con los flujos temporales», añaden.
En el caso de los quirófanos y las consultas externas, la previsión es cerrarlos durante el horario de tarde desde el 14 de julio y durante todo el mes de agosto además de la primera semana de septiembre. La actividad vespertina habitual se retomaría el 8 de septiembre según la planificación que maneja Osakidetza.
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